jueves, 17 de enero de 2013

EL HOBBIT


 

Cuando era niño, nada de cuando era joven (que aún lo soy), cuando era niño traté de leer el hobbit un par de veces y las dos veces me quedé en la misma página y con la misma impresión, ¡que tostón!

Tras varios años y en el momento que fueron a estrenar El señor de los anillos, hace ya 12 años, me lancé con todo atrevimiento a leerme el libro antes de ver la película, teniendo en el recuerdo la sensación de tostón de El Hobbit. Supongo que sería la edad y que asimilaba mejor la lectura. De hecho como vivía en Edimburgo, y estaba allí entre otras cosas aprendiendo inglés, comencé a leer paralelamente The Lord of the rings. Eso es, leía un capitulo en castellano, y lo volvía a leer en inglés y añadía uno más en inglés para volver a leerlo en castellano, creo que me ayudó mucho a mejorar la lectura. y me enganché a la historia. Es más, me enganche a las películas.







Ahora, que ha llegado el estreno de El Hobbit, era un poco reticente a la historia, pero tras visionar la película y volver a ver a Ian McKellen otra vez como Gandalf el Gris, ver al grandísimo y nonagenario Christopher Lee, y el espectacular disfunción de personalidad de Gollum y como nuevamente ver a todo el mundo en peligro, y como consiguen salir airosos a pesar de las caidas, montes que se pelean, las persecuciones por hordas de orcos, a veces teniendo suerte, otras siendo muy hábiles. La gran fotografía, la caracteriración de todos los personajes.

La música que ya conocíamos, y que a cada personaje que pasa tenga a su alrededor la misma música que en EL Señor de los anillos, fascina y te hace sonreir y sentir agusto.

Tras estas sensaciones, he rebuscado en las estanterías y he encontrado el libro que dejé por dos veces, ahora amarillento por el polvo de los años, pero obviamente con la misma historía escrita en su interior. Si ahora con la edad tolero mejor el modo de escribir de Tolkien, entonces creo que me veo capacitado para terminar el libro antes de que lleguen las dos próximas entregas.